viernes, 23 de marzo de 2012

Liderazgo en una palabra... o menos.

En mis años de universitario, asistí a un debate entre los dos candidatos a presidente de la asociación de estudiantes de administración de negocios.

Lo que más me llamó la atención fue la respuesta que dieron a la pregunta de ¿Cuál es el principal problema de la escuela de negocios? Uno dijo que eran tantos que no se atrevía a mencionar alguno en especial. El otro candidato respondió "desunión", refiriéndose a la poca unión que había entre el estudiantado.

En cierta forma, ambos tenían razón, pero el que usó una sola palabra para responder (explicando luego lo que quería decir con ella) fue el que gano el debate, y después las elecciones.

Su forma de comunicarse, directa, puntual y acertada, produjo un efecto positivo en su mercado meta (votantes estudiantiles), y que fuese visto como un líder práctico, y ágil para tomar decisiones.

Otro ejemplo de como el estratégico  uso de una palabra puede dar muy buenos dividendos, lo podemos encontrar en la campaña presidencial de Barack Obama en estoy en 2008.

"HOPE" ("ESPERANZA"), para muchos, se convirtió en el "grito de  guerra" del candidato demócrata, reflejando lo que Obama como líder buscaba representar para el pueblo estadounidense.

Si bien "HOPE", no fue creada ni por Barack, ni por su equipo de asesores1; surtió un efecto más que positivo para los intereses del partido demócrata...

Los dos líderes de los que hemos hablado, han capitalizado en buena forma el uso inteligente de una palabra; pero ¿Puede darse el caso de que un líder sin decir una sola palabra, logre sus objetivos? Mi respuesta es sí, y como ejemplo voy a utilizar a Don Rodrigo (Ruy) Díaz de Vivar, "El Cid Campeador"2.

El "Mio Cid", fue un noble de castilla que luchó contra los árabes que habían invadido lo que hoy conocemos como España. Su forma de ser le generaba lealtad y admiración entre los suyos, y respeto por parte de sus adversarios.

En batalla estaba siempre con sus hombres, fuera del mismo, era una persona de principios y valores, cristiano ferviente, esposo y padre amoroso. El "Cid Campeador" con su sola presencia inspiraba (lideraba) a su gente3 4 5, incluso aunque no estuviese con vida.

Se dice que Ruy Díaz de Vivar falleció a la víspera de una batalla. Sin la presencia de su líder, las tropas españolas estaban en desventaja ante los árabes; los que a su vez, rumoraban sobre la posibilidad de que el líder español estuviese muerto.

La sorpresa fue inmensa cuando el día de la batalla, apareció el "Mío Cid" vestido con su armadura y montado en su caballo6 Al verle, los soldados castellanos tomaron confianza y los moros se llenaron de temor, lo cual se tradujo en una victoria de los hombres del "Cid Campeador".

Ruy Díaz de Vivar había muerto, pero su liderazgo no. Su esposa sabía que vivo o muerto, Rodrigo tenía que estar en el campo de batalla, su sola presencia inspiraba a las tropas; así que ordenó guardar en total secreto la noticia de su muerte y alistarlo para que pudiese (bien amarrado a su caballo), salir a la vista de todos.

Si bien, por lo lejano de la época, es difícil asegurar la veracidad de esta historia; es un hecho que el liderazgo del "Mío Cid" motivó y sigue motivando a muchas personas... Aunque ya no diga ninguna palabra.


Referencias

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